El que esté certificado y preparado para la mayoría de las circunstancias y la mayoría de los clientes, no significa que no vayan a llegar retos o casos un poco difíciles mientras estás trabajando. Es por eso que hoy te traigo los ocho problemas de un coach más comunes con los que puedes llegar a limpiar y cómo resolverlos.
Seguramente te ha pasado que te topas con el cliente difícil, este puede venir en forma de pesimismo, inseguridad o simplemente un pequeño dolor de cabeza, ya te lo que normalmente funciona con los demás, no funciona con él.
No te preocupes, lo más seguro es que si estás certificado; si te actualizas constantemente; si te preocupas por el cliente; aunque de repente sientas todo esto no está funcionando y que eres un mal coach, no bajes la cabeza y míralo como un simple reto y un nuevo aprendizaje.
Aquí hay 8 circunstancias con las que puede llegar a encontrarte a lo largo de tu carrera. Sin embargo, no sólo te voy a mencionar las situaciones, si no te voy a dar un par de consejos de cómo lidiar con esas situaciones o tipos de cliente:
Situación # 1
“No sé lidiar con mi cliente, no logro darme a entender, me ignora o simplemente no me comprende y no logró ningún cambio en él”
La mejor manera de entrar en confianza con el cliente, es cuidando mucho lo que decimos.
En este caso la primera impresión cuenta bastante y las palabras también.
Simplemente se trata de decir justo lo que cliente necesita escuchar, por supuesto, sin mentir, sin exagerar y sin fijarse metas imposibles o exageradas.
Si vas a dirigirte al cliente oye vas a decir algo, es porque antes ya le has escuchado pacientemente, atentamente, además de haber guiado la sesión de forma positiva.
En resumen, tienes que trabajar constantemente con tu estilo de coaching, la forma completa en la que te comunicas (lenguaje corporal y verbal) y con tus habilidades para prestar atención y escuchar las personas.
Pero sobretodo, por favor no seas “el coach incómodo”.
Erróneamente mucha gente en la industria fitness y del cuidado de la salud, cree que va a motivar al cliente por medio de insultos, agresiones o simplemente haciéndolo sentir mal.
Déjame decirte que algunas veces funciona, pero no es por una razón positiva, qué que estás buscando, si no más bien es por miedo.
Recuerda que la gente un sobrepeso u obesidad, generalmente tiene problemas de autoestima, así que no va a luchar, sin embargo es muy probable que si eres ese tipo de coach, el cliente te abandone a medio camino.
“Sé un coach increíble”.
Si realmente quieres ser uno de los mejores coches, tu arma secreta tiene que ser la empatía.
Tienes que trabajar de la mano con el cliente, volverte realmente un apoyo:
- Celebra sus éxitos.
- Construye un ambiente de confianza.
- Ayuda al cliente encontrar sus puntos fuertes y a aprovecharlos para cuidar de su salud Y mejorar su condición física.
- En todo el proceso, buscarás motivar y ayudar al cliente a encontrar las soluciones “dentro de él”, no le vas a decir que hacer, vas a ayudar a que tenga confianza en si mismo y a que aprenda a tomar las decisiones correctas.
- Ayudarás al cliente a que se conozca.
Ser un caucho increíble, oye llevar algo de tiempo y práctica. Todo se trata de tomarte el tiempo para hacer las preguntas correctas al cliente, antes de darle cualquier consejo.
Mi recomendación: Escucha a fondo al cliente.
Situación # 2
“Ya le di al cliente los ejercicios y rutinas más avanzados, nada parece gustarle, nada parece resultarle.
Si ya llegaste a esta parte del proceso, significa que tu cliente está buscando desarrollar alguna habilidad relacionada con la actividad física.
Ya sea un deporte, rutinas en el gimnasio, me tienes en la casa O cualquier otro tipo de actividad física, recuerda que todo tiene bases.
Simplemente no puedes empezar poniéndole una rutina complicada o exigirle ciertas cosas al cliente, puesto que primero necesita empezar desde lo más básico.
Me refiero a que primero tiene que aprender cosas básicas acerca del cuidado del cuerpo del deporte, tiene que aprender técnicas de calentamiento y tiene que aprender a conocer su cuerpo.
Cada proceso lleva su tiempo y su forma de proceder. Sin embargo, recuerda que debes enseñarle algunos aspectos primarios acerca del cuidado de la salud, para que pueda ejercitarse de forma correcta.
Piensa en cosas tan sencillas como:
- Una correcta alimentación.
- La mejor forma de hidratarse.
- Nunca perderse desayuno.
- Dormir bien.
- La forma correcta de hacer ejercicio.
Esto sólo es el principio, debes de aprender a conocer al cliente y a reconocer sus habilidades y fortalezas, para así lograr llegar a la meta de forma más satisfactoria para el cliente Y de forma más efectiva para ti.
Además, el basarte en las habilidades y gustos del cliente para poner una buena rutina de actividad física y un buen plan alimenticio, puede hacerlo más llevadero para el cliente, además de que se sentirá en un ambiente de confianza y probablemente muy satisfecho.
Situación # 3
“No importa el tipo de sugerencia que haga, el cliente siempre me rechaza, argumentando que mis métodos no funcionaran por una u otra razón”
Puede llegar a sonar un poco confuso, pero debido a la personalidad del tipo de cliente, puede que ya haya probado muchos métodos Y además ese informe constantemente.
Recuerda que puede llegar hacer personas obsesivas Y además con problemas de autoestima.
Si te toca la mala suerte de que es una persona que además se informa mucho, este puede llegar a traerte problemas ya que con nada quedará satisfecho el cliente Y siempre pondrá en tela de juicio tus decisiones a tus consejos.
No te enojes y no te preocupes, no pierdas la paciencia e intenta no mostrarte desesperado por convencer al cliente, ya que esto solamente hará que dudes más de ti.
Es normal que muchos clientes tengan resentimiento de ambivalencia cuando empiezan el proceso del cambio. Esto se puede traducir a una respuesta común y muy humana, la indecisión, “el querer algo, pero tampoco quererlo”.
El sentimiento de ambivalencia no se va a con presión, al contrario mientras más presiones, más resistencia creará el cliente.
De nuevo, recuerda que eligiendo las palabras correctas en vez de intentado mostrarte convincente o de presionar al cliente con argumentos científicos o de otro tipo, escúchalo plática con el de tal forma, que él logre tomar la decisión por sí mismo, sin necesidad de peleas o de argumentos.
Situación # 4
“Mi cliente es muy ambicioso pero se da por vencido muy fácil, no logra cumplir con todo lo que dice que va a hacer.”
Este es el típico caso en el que te emocionas, ya que encuentras a un cliente muy motivado al principio. Sin embargo esta no dura mucho, ya que comienzas con el proceso y simplemente, el cliente se desmotiva de un momento a otro.
No importa que tan emocionado este cliente al principio, muchas circunstancias de su vida diaria de índole psicológico, social, mental y emocional, van a influir para que este tipo de cliente pierde el control y no sepa cómo manejar la situación.
Algunos expertos han afirmado que cuando la gente intenta cambiar alguna especie de comportamiento, las probabilidades de que lo logre son más del 80%. Sin embargo, cuando una persona intenta modificar 2 hábitos al mismo tiempo, las posibilidades de que lo logre, se reduce tan solo a un 35%. Cuando intentas modificar 3 hábitos al mismo tiempo, las posibilidades de que lo logres, celoso del 5%.
Así que mi recomendación es que en vez intentar que el cliente modifique muchas cosas al mismo tiempo, te tomes tu tiempo y le des las posibilidades al cliente de lograr el cambio, un paso a la vez.
Esta no es una carrera contra el tiempo, esto es un proceso que lleva tiempo para que pueda hacer una meta duradera, una meta real.
Situación # 5
“Mi cliente habla todo el tiempo del futuro, pero no toma acción en el presente”
En este caso, el perfil del cliente no es del todo pesimista, sin embargo, es un cliente que está en espera constante de la llegada del momento correcto para empezar actuar, tal y como si se tratara de un presagio o de una fecha especial.
Esto realmente no tiene nada de malo, ya que esta nuestra naturaleza humana y en ciertas creencias, convicciones y filosofías de vida, el creer Y confiar en ciertos momentos de la vida para hacer ciertas cosas, sin embargo este tipo de cliente se excusa en este tipo de acciones para no avanzar ni proceder a tomar algún tipo de acción para realmente perder peso, mejorar su alimentación o hacer ejercicio.
La clave para ayudar a este tipo de cliente, es empezar hoy. Ayudarles a entender, que los cambios ocurren realmente cuando se toma acción en el presente.
Recuerda escoger bien tus palabras y no herir ni sus sentimientos ni cualquier otro aspecto del cliente.
Muéstrale cómo empezar con lo que tiene actualmente, muéstrale que está en el punto de partida correcto y que hay una forma de avanzar desde donde está.
El truco está en darle confianza al cliente. No intentes saltarte los pasos del proceso. El hacer algunas modificaciones al estilo de vida, para después lograr cambiarlo, puede llegar a ser realmente intimidante y causan miedo.
En vez de decir algo de forma imperativa, Como “cambié todo tu alimentación”, intenta preguntas como “¿por qué no intentas dejar los refrescos?”.
En este caso la estrategia de “un día a la vez”, puede resultar realmente útil, ya que, cuando menos lo imagine, el cliente ya habrá logrado algunos cambios que inclusive podrá notar directo en el espejo.
Situación # 6
“El cliente se queja de todo: Cuando platicamos, pareciera que todo en su vida está mal, intento mantenerme positivo, pero parece que eso sólo lo hace empeorar.”
El cliente miserable, es verdaderamente común Y también es muy común que los coches cometan el error te Intentar compensar el negativismo del cliente con frases motivadores u optimismo extremo.
Si tú actúas de esta forma, te vas a ver falso ante el cliente, es decir no te va a creer.
La razón por la que no te cree, es porque se siente ignorado.
Probablemente, el cliente ha pasado por varios momentos difíciles en los que se ha visto su autoestima, sus emociones Y quizá otros factores de su vida, dañados. Es normal que el cliente se sienta de esta forma, todos hemos estado en situaciones complicadas y nos hemos enojado o hemos sentido miedo o inclusive hemos sido groseros. Sin embargo, esto no significa que vaya dura por siempre.
Para hacer más llevadera esta situación, práctica la virtud de la empatía. Ponte los zapatos del cliente y muéstrate comprensivo. En poco tiempo veras que hay un cambio y un progreso positivo.
Hay que saber escuchar para poder desarrollar la virtud de la empatía.
Situación # 7
“No importa cuantos planes alimenticios le Haya atado a mi cliente, nada parece funcionarle.”
No te preocupes, no eres un mal coach, no necesariamente. Una pista antes de empezar: piensa bien en el plan alimenticio pero también piensa a quién se lo estás recetando.
Para muchísima gente, los planes alimenticios no son la forma real de comer.
Mucha gente cree que siguiendo un plan alimenticio, no sólo se va a morir de hambre, sino que también, se va a privar de un montón de cosas.
- No se trata de restringir al cliente.
- Se debe evitar poner reglas inquebrantables.
- No se trata de hacerlo sentir culpable.
Toma siento con tu cliente e investiga qué es lo que le gusta, construyan juntos un nuevo plan alimenticio que se acople a su estilo de vida, a sus gustos ya sus necesidades.
Todo se trata de hacer empatía.
Situación # 8
“Mi cliente no está siguiendo para nada las instrucciones. Esta desmotivado. Estoy pensando en dejarlo ir”
En términos muy generales, sólo existen 3 tipos de cliente:
- El poco comprometido: El que tiene problemas para seguir el programa.
- El realmente comprometido pero con pocos resultados: El que sigue el programa y sin embargo, obtiene resultados por debajo de sus expectativas.
- Realmente comprometido y resultados reales: Él sigue el programa y además obtiene resultados, los cuales superan sus expectativas.
Justamente te acabo de regalar la clave, aprende a ubicar qué clase de persona es tu cliente y practica tu coaching, según el tipo de cliente, según sus necesidades individuales.
Claramente también es necesario desarrollar el don de la observación para ser un gran coach.
En resumen, todo lo que necesitas para ser un buen coach y lidiar con diversas situaciones, es aprender a desarrollar al máximo la empatía.
Cuando aprendes escuchar las personas, aprendes cosas maravillosas y encuentras nuevas formas de poder ayudar a los demás.