El kiwi es una de esas frutas que siempre resultan muy apetecibles cuando desayunamos, a media mañana, o como postre después del almuerzo o las cenas, especialmente por las propiedades y beneficios del kiwi.
El kiwi cuenta con un interesante aporte tanto de vitaminas como de sales minerales; es por ello por lo que influye positivamente en el buen funcionamiento de los sistemas nervioso y circulatorio. Además, ese aporte de vitaminas ayuda a su vez en la formación tanto de los huesos como de los dientes, y en las distintas elaboraciones de las proteínas (gracias a una enzima, la actidina).
En lo que se refiere al metabolismo de los hidratos de carbono, ayuda en su regulación, actuando como un buen reconstituyente general, tonificador del cerebro, y evita la aparición de la anemia.
En esta ocasión concreta nos vamos a detener en su contenido en vitamina C, dado que es tan alto que interviene de forma muy activa en la defensa contra las enfermedades infecciosas. Como pueden ser la gripe y los resfriados. Por esta cuestión es interesante –y recomendado- su consumo no sólo en personas enfermas o bajas de defensas, sino en niños y ancianos.
Puede ser comido durante dietas de adelgazamiento, puesto que además de contener muy pocas calorías, como veremos al finalizar este post, su riqueza en fibra ayuda en la mejora del tránsito intestinal.
Gracias a que posee un ácido llamado propeolítico, además de mejorar la circulación ayuda a combatir el colesterol alto.
Valores nutricionales de los kiwis
Unos 100 gramos de kiwi aportan…
55 calorías.
0,5 gramos de grasas.
13 gramos de hidratos de carbono.
1 gramo de proteínas.
37 miligramos de calcio.
200 miligramos de vitamina C.
0,9 miligramos de hierro.
1,10 miligramos de fibra dietética.