Los plátanos o bananas son un bocadillo dulce, sabroso y saludable. Pueden ayudarte a mantenerte en forma, así como a superar o a prevenir una serie de enfermedades y condiciones.
Y una razón más: ¡Los plátanos te hacen más feliz!
Y esto sucede porque esta fruta contiene triptófano, un aminoácido que el cuerpo convierte en serotonina. La serotonina, también conocida como la “hormona feliz”, promueve un estado de ánimo más positivo y feliz.
Así, comer plátanos conducirá a un aumento de los niveles de serotonina. Lo que, en última instancia, puede hacer que te sientas más optimista y feliz.
Los plátanos contienen importantes nutrientes para nuestra salud. Un plátano de unos 100 gramos contiene 3 gramos de fibra y unas 100 calorías. De las cuales 1 gramo de proteína, 25 gramos de hidratos de carbono y menos de un gramo de grasa.
Además, esta fruta es rica con vitaminas B6, C, A y E, ácido fólico y minerales como el magnesio y el potasio.
Tiene la virtud de ser un alimento que provoca saciedad. Por eso es ideal para calmar el apetito y evitar consumir otros productos que podrían subirnos de peso.
Puedes incluir el plátano en las dietas para bajar de peso. Reduce los niveles de colesterol y es recomendado para ayudar a prevenir o tratar algunas enfermedades. Por ejemplo, se usa para controlar la anemia, disminuir la hipertensión arterial, reducir el riesgo de sufrir infartos, calmar las úlceras y tratar los problemas intestinales.
También es recomendado para reducir los calambres musculares, regular nuestro sistema nervioso, combatir la ansiedad y la irritabilidad y aportarle energía a nuestro organismo.
Además, comer plátanos combate la tristeza porque el triptófano que contiene es el responsable de generar una sensación de felicidad en nuestro cerebro.
Diversos estudios han encontrado que cuando el cuerpo humano tiene bajos niveles de serotonina, las personas pueden tener cuadros de depresión, tristeza, irritabilidad o problemas de sueño. Por eso, les recomiendan seguir una dieta con alimentos que ayuden a aumentar la ingesta de serotonina. La cual incluye plátano, proteínas, lácteos y otras frutas.
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