La piedra angular en lo que respecta a la nutrición metabólica no necesariamente involucra, vitaminas, minerales o moléculas orgánicas, lo que realmente compone la fórmula es nuestra relación con los alimentos. Tenemos infinidad de pensamientos a cerca de lo que comemos, (más de la mitad de ellos prejuicios) nos afectan a tal grado que modificamos conductas alimenticias con resultados contraproducentes de manera que nos perjudican en el día a día.
El alimento
Nuestro combustible primario para desarrollar todas las funciones del organismo, el acto de comer en si constituye un ritual que nos conecta con el mundo secreto de la transformación molecular e intercambio electrónico, la intima relación que tenemos con cada uno de nuestros alimentos sintetizado en la primer gota de leche que recibimos de nuestra madre. Haciendo que se involucren todos los sentidos orientados al placer y al instinto de nutrirnos de la vida.
La forma de relacionarte con los alimentos influye directamente en la manera de metabolizarlos
Seamos serios, el cuerpo tiene una conciencia profunda, si le introduces alimentos dañinos, él lo interpreta como agresión y por el efecto acción reacción él responderá agresivamente interprétalo como dolencias crónicas, mala circulación y gordura mórbida.
Aprendamos a reconocer las señales que el cuerpo nos da acerca de lo que debemos comer.
La mercadotecnia ha distorsionado lo que es comer. La infinidad de productos procesados dañan gravemente la salud y traen consecuencias desastrosas.
Aprende a amar lo que te comes
Imagina un almuerzo en la costa amalfitana, o un día de campo en el bosque, el escenario es importante para estimular el momento de comer. La textura, color, sabor y olor de los alimentos
Es importantísimo asociarlos con características nutritivas, el color intenso de los marrones, el aspecto marmolado de un buen corte de carne y la frescura de las frutas te darán la señal de que te resultará benéfico al cuerpo. La verdad es que uno se parece a lo que se come.
No quisieras parecer un grasoso bocadillo
Anímate a conocer a fondo cada uno de los elementos que hay en tu cocina. Transfórmalos en deliciosos platos, la imaginación puede ser el límite. Cocinar tus propios alimentos y enseñar a los niños a cocinar es la mejor forma de evitar complicaciones en el futuro además de asegurarles una vida feliz.
La hora del almuerzo.
Observemos el acto ritual de comer como un paréntesis de la rutina. Es recomendable reservar 40 minutos mínimo para tener esta refacción. La masticación es importante para el proceso de digestión y posterior absorción y metabolización de nutrientes. Es necesario masticar el alimento para formar un bolo alimenticio compacto y uniforme. Importante para el tránsito digestivo a través del estómago e intestinos.
El comer rápido puede provocar colitis, e indigestión, además de una deficiente absorción.
Celebra la hora de comer y discrimina entre los productos al hacer la compra.
Una de las mejores maneras de adelgazar es ir al mercado a hacer la compra. Así podrás asegurar que consigues los mejores productos al mejor precio. Compra lo esencial para la semana, así tu almacén estará fresco y bien surtido.
Cambia tus conductas alimenticias para tener una mejor salud. Recuerda que el dicho: mente sobre alimento.