Ser intolerante a la lactosa es una de las cruces más difíciles de llevar 🙁 La leche, yogurts, quesos… ¡especialmente los quesos! Pero la buena noticia, es que cada vez más el mundo se pone al tanto y comienza a producir más productos inclusivos. Te dejamos algunas de las mejores opciones sin lactosa 🙂
En el caso de la leche: aquí seguramente ya has escuchado y probado muchas alternativas, aquí te decimos porque son buenas y te presentamos algunas opciones más nuevas.
- Almendras. Contiene vitamina E y B12 y muchos minerales.
- Arroz. Tiene más carbohidratos que la leche normal.
- Coco. Contiene hidratos de carbono, calcio, fósforo, potasio, magnesio, hierro y ácido fólico.
- Avellanas. Contiene mucho calcio, fósforo, magnesio, potasio, vitamina E y antioxidantes. Y puntos extra por el gran sabor 🙂
- Avena. Buena fuente de fibra, poca grasa y mucha vitamina B.
- Sésamo. Rica en vitaminas B1, B2, E, B3, B5, B6, K, ácido fólico.
En cuanto a los quesos:
Es poco sabido y la verdad no son tan fáciles de encontrar, pero hay ciertos quesos que por el mismo proceso de cómo se obtienen, NO tienen lactosa o muy poca, cantidades en verdad mínimas. Nos referimos a los quesos madurados o fermentados, también conocidos como curados.
Dependen de muchas cosas, entre ellas obviamente, el nivel de curación.
El manchego viejo, Gouda o Parmesano son buenos ejemplos de quesos que necesitan mucho tiempo de maduración. El suizo o el Cheddar, son otros que también deberían de contener una cantidad ínfima de lactosa.
Que te hagan daño o no dependerá de tu nivel de sensibilidad, pero también de algo muy, muy importante: La etiqueta. Muchos de los quesos que se venden como suizos, Gouda, Cheddar, etc. en realidad no lo son del todo y al ser industrializados, se les ha agregado leche en su proceso.
No porque lleven el nombre quiere decir que sean verdaderamente ESE queso. Aquí si es preferible buscar lo artesanal para asegurarnos o al menos acercarnos más a un proceso que nuestro estomago pueda digerir 🙂