Hay ocasiones en la vida en las que tenemos que pasar por el quirófano debido a alguna problemática o inclusive prevención de daño físico. Sin embargo no es una situación sencilla, debe haber una preparación. Es claro que existen operaciones “menores”. Las cuales, ni siquiera requieren de tanto personal médico o un quirófano. Pero cuando se va a pasar por un proceso tan serio, hay que hacer lo posible por que todo salga bien, durante y después del procedimiento. Lo cual incluye cuidarnos especialmente para disminuir las posibilidades de riesgo de infección u otras complicaciones.
Muchas veces el paciente entiende esta parte, pero no sabe como proceder y pasan muchas cosas más por su mente que también pueden afectar. Es por eso que, como profesional de la salud, es tu deber guiarlo a través del plan alimenticio correcto y de darle la información suficiente.
Existen muchos tipos de operaciones. Sin embargo generalmente antes de proceder a meternos al quirófano se requieren ciertas cosas. Una de ellas es la pérdida de peso.
La razón de por la que este requerimiento es tan común, bien te habrás dado cuenta, que es a causa del porcentaje de personas con sobrepeso y obesidad en este país.
Pues bien, hoy hablaremos del procedimiento y la forma adecuada de tratar al paciente preoperatorio.
Pero para poder hablar del porque y del procedimiento adecuado, es necesario volver un poco los ojos para atrás.
¿Por qué bajar de peso al paciente antes de un procedimiento quirúrgico?
Hasta hace pocos años todo se basaba en prueba y error y en la evaluación y decisión personal de cada médico en particular. Sin embargo, los hechos científicos se fueron demostrando y se empezó a llevar a cabo un procedimiento especial para le trato de dicho paciente.
El fundamento científico, se basaba en esperar a que el paciente recuperara las funciones fisiológicas modificadas por la agresión quirúrgica y farmacológica, en base a la reserva orgánica. Con una mínima intervención en todo el proceso perioperatorio.
Protocolo ERAS
El protocolo ERAS (Enhanced Recovery After Surgery, por sus siglas en inglés: Recuperación Acelerada Después de Cirugía) tiene sus orígenes en década de los 90, cuando dos grupos de investigadores presentaron diferentes propuestas para mejorar la evolución de los pacientes postoperatorios. De la que destaca en especial, en Europa, concretamente en el Hvidovre University Hospital de Dinamarca, el grupo Kehlet. El cual propone nuevas y diferentes estrategias para eficientar y mejorar el manejo y de esta manera la evolución en el perioperatorio.
Y el grupo Delaney, el cual centró su investigación en la mejora del postoperatorio. Específicamente en la administración de la dieta y la movilización de manera temprana.
De esta manera, surgieron los programas de rehabilitación multimodal (RHMM), también llamados Fast-Track.
Con base en estos principios, medidas tradicionales en la práctica anestésica/quirúrgica como el ayuno preoperatorio prolongado, la preparación mecánica del colon y el uso de sonda nasogástrica para descompresión no se recomiendan.
Por otro lado se demuestra que prácticas como la analgesia intravenosa para control del dolor, en especial con opioides, el retraso en el inicio de la alimentación hasta la aparición del peristaltismo evaluado de manera subjetiva y el reposo en cama son factores de riesgo que favorecen el incremento en los días de estancia hospitalaria y en los costos de atención.
No existe un patrón de rutina. Debe ser enfocado en cada paciente. Y se ha descubierto que modificando la alimentación, el desafío consiste en identificar, planear y proporcionar un plan alimenticio que cubra las necesidades específicas de cada paciente. Tomando en cuenta ciertos aspectos:
- Edad
- Evaluación Física
- Evaluación Psicológica.
- Aspectos socioculturales. (es importante saber qué come)
- Grado de Temor elevado moderado o escaso.
Factores Psicológicos – Temor:
Es importante recordar que una intervención quirúrgica origina ansiedad o estrés, o peor, las 2 cosas al mismo tiempo, las cuales provocan respuestas fisiológicas y psicológicas, cuyo grado depende de varios factores:
- A lo desconocido: Esto es la incertidumbre o el desconocimiento acerca de la experiencia quirúrgica.
- A la anestesia: Miedo a una inducción desagradable e imprevistos durante su aplicación, a despertarse durante la cirugía o inclusive miedo a sentir dolor mientras se está realizando el procedimiento quirúrgico, lo cual también se asocia directamente a miedo a lo desconocido.
- Al dolor después de la cirugía: Uno de los temores más habituales, causa de que muchos pacientes, no logren conciliar adecuadamente el sueño.
- A la muerte: A pesar de los avances científicos y tecnológico, el paciente sigue teniendo naturalmente este miedo antes de la operación. No existe ninguna intervención quirúrgica ni anestesia totalmente segura y el paciente lo sabe.
- A la separación: El paciente, queda separado de su entorno familiar y de trabajo, sabe que va a mantener una discapacidad temporal y no podrá acudir o ser parte a su vez de eventos sociales y ver a sus amigos.
- A la alteración de los patrones de vida: Es el miedo a la discapacidad temporal o definitiva. El paciente deja de hacer sus tareas cotidianas y genera el temor de no volver a realizar tareas cotidianas o a no poder retomar su vida laboral o profesional, ya sea temporal o definitivamente. Ya que “temporal”, a veces significa mucho tiempo. Tal vez años y esto es de gran impacto mental.
- A la mutilación o pérdida de una parte del cuerpo: Se debe considerar que una cirugía pueda altera la integridad corporal y amenaza la imagen y el sentido de la estética.
* En ocasiones el paciente requiere de una atención especial y apropiada, referente a su nivel de desarrollo, personalidad, historia y experiencias pasadas con los profesionales de la salud y hospitales. Esto pasa sobre todo cuando se vivió una experiencia en quirófano en la infancia.
¿Pero por que desglosar tanto el tema psicológico de temores?
Es muy sencillo en realidad, el paciente pre y post operatorio con miedo, no puede en realidad hacer o ver su vida normal. Llega a desarrollar problemas de inseguridad como falta de autoestima o inclusive desordenes alimenticios como hiporexia o todo lo contrario hiperorexia.
Es de vital importancia ubicar qué clase de paciente estamos tratando y saber cómo ayudar al paciente que tiene temor.
- Es importante aclarar todas sus dudas y crear un ambiente de CONFIANZA. Tenle paciencia, el paciente no tiene tus conocimientos científicos, no lo olvides.
- No pienses que sus pensamientos o problemas son mínimos, tontos o sin sentido. Esto rompe con el ambiente de confianza que intentas generar.
- No cometas el error de hacer que el paciente piense que no te importa, o de ignorarlo. Ya que si el paciente nota tu falta de compromiso o interés, probablemente genere más miedo y directamente miedo hacia ti o quien va a realizar la cirugía. Y el paciente puede llegar a buscar otras opciones que cubran sus necesidades.
- Estimular a que el paciente exprese sus sentimientos sobre la cirugía a realizar. Esto ayudara como descarga mental y psicológica. Lo hará sentir liberado, tranquilo y apoyado.
- Utilizar el tacto (amabilidad), para comunicarse con un interés genuino. Todo está en el tono en el que decimos las cosas.
- Evitar manifestar falsas expectativas. Trata de proporcionar resultados siempre realistas. Por más dura que sea la verdad, debes ser sincero.
¿Cómo abordar al paciente preoperatorio en base al protocolo ERAS?
- Asesoría preadmisión. Proporcionar al paciente la información verbal y escrita necesaria, señalando el proceso a realizar desde su ingreso hasta su estancia hospitalaria. Resolver todas las dudas que surjan de dicha explicación. Esto disminuye la ansiedad y favorece a su vez al control del dolor.
- Evitar ayunos prolongados. Normalmente se recomienda un ayuno de sólidos de 6h antes del procedimiento quirúrgico. Se pueden beber líquido hasta 2 horas antes del procedimiento.*
- Carga de carbohidratos. Es recomendable una ingesta preoperatoria leve de carbohidratos. Lo que disminuye la respuesta catabólica del organismo.
- No usar premedicación. No se ha demostrado un beneficio completo con el empleo de medicamentos para la ansiedad en el preoperatorio.
- Manejo de antibióticos en forma profiláctica. Se recomienda una dosis única de antibióticos, previa a la cirugía que cubran a microorganismos aerobios y anaerobios.
- Tromboprofilaxis. Se deben de utilizar medias de compresión mecánica durante la intervención quirúrgica. Lo cual ha demostrado una forma efectiva de prevención antitrombótica.
El hecho de haber pasado por un evento preoperatorio como el comentado anteriormente, aunado a las situaciones de ansiedad y de estrés, pueden causar un desequilibrio en el metabolismo de los individuos. Causando desordenes alimenticios. Tales como perdida de peso o ingesta desaforada de alimentos. Los cuales pueden conllevar a complicaciones posquirúrgicas en forma temprana. Lo que afecta de manera significativa la evolución de los enfermos y la calidad de recuperación.
Es por eso que te voy recomendar una lista de alimentos que puedes recomendar para mantener sano y bien nutrido al paciente que va a pasar por el proceso de la intervención quirúrgica.
Alimentos recomendados para un paciente preoperatorio
- Almendras: O en general nueces, son buena fuente de grasas y carbohidratos buenos. Los cuales son gran fuente de energía para el cuerpo.
- Leche de Almendra: Claro que contiene energía como ya ha sido previamente mencionado. Sin embargo, la leche de almendra también es una buena opción si eres intolerante a la lactosa. O si estas buscando variar o cambiar el sabor de la leche. Además de que su sabor es delicioso, no deja de aportar sus beneficios.
- Yogurt Griego: Otra buena forma de obtener calcio y de tener huesos fuertes. Sin embargo, también el yogur griego, contiene el doble de proteínas que los yogurts normales. Además de tener mucha menos azúcar que los otros.
- Huevo: Generalmente usado para un buen desayuno. La cual cabe recordar, es la comida más importante del día, ya que es una gran fuente de proteínas y grasas buenas. Además de tener variadas preparaciones y poder incluirlo en diversos platillos. Ya sea como ingrediente o como porción.
- Pechuga de Pollo: Es la parte más magra del animal. Así que es fuente súper saludable de proteínas, ya que no te hará subir de peso. Al contrario, la pechuga de pollo es considerada uno de esos maravillosos alimentos, que por el simple hecho de consumirlo te harán quemar calorías. Lo cual significa: Ayuda a perder peso.
- Leche: Tomar leche diario es una buena fuente de Calcio y proteínas. Además de ser deliciosa y así, estarás cuidando tus dientes, tus huesos y puedes incluirlo tranquilamente en cualquier parte del día.
- Salmón: Otra maravillosa fuente de proteína. Pero también omega 3. El cual te ayudará a tener una piel y cabello saludables. Además de mejorar la vista y cuidar tu corazón.
Estos solo son algunos alimentos, pero entregarles una lista con la información, no solo les dará confianza en todos los aspectos, los hará estar mejor preparados para el procedimiento y con una recuperación mucho más eficiente y menos riesgosa.
Fuentes:
http://www.medigraphic.com/pdfs/rma/cma-2013/cmas131br.pdf
http://www.pisa.com.mx/publicidad/portal/enfermeria/manual/4_5_2.htm