Te propones hacer un plan alimenticio que te ayude a bajar de peso y percibir avances semana tras semana. Escoges bien las tablas de equivalencias pero hay algo misterioso que no te deja ver resultados evidentes, y lo que es peor, desde que empezaste esa dieta estas ganando más kilos.
Recuerda que todos esos alimentos procesados que encuentras en el supermercado y su etiqueta dice con letras brillantes y grandes: “Bajo en grasas”, “Sin azúcar” solo son trampas mercadológicas para que caigas en un abismo sin regreso.
Encuentras toda clase de productos como:
- Helado
- Galletas
- Lasaña
- Bocadillos atiborrados de queso “Light”
- Golosinas en general
- Bebidas gaseosas.
- Palomitas extra mantequilla “Light”
Al paso de los años y de experiencias desastrosas he empezado a entender que toda esta comida en lugar de ayudarte a cumplir tus metas o a mantener tu peso ideal, son una trampa para los sentidos, ¡El mercado esta tras ello! —“Nunca confíes en esas brillantes etiquetas que digan: bajo en calorías… si se trata de crema chantilly. —¡Despierta! Todo esto es un engaño”.
Entre los alimentos que descubrimos que representan un complot contra tus metas en cuanto a reducción de talla y peso se refiere están:
Smoothies
Si no son naturales, no los compres.
La realidad es que los batidos envasados siempre contendrán conservadores para conservar el color brillante de su contenido, además de que también son añadidas goma de xantano, un polisacárido muy difícil de procesar.
Elige smoothies hechos en casa con productos frescos, todo lo que tenga cáscara resultará ser benéfico.
Aderezos
¡Que bien! pediste una ensalada en un restaurante orgánico, contiene todos los vegetales frescos hasta el capricho, y para aliñarlo te traen un aderezo blancuzco y cremoso. ¿Debes estar listo para arruinarlo todo?
Lo mejor para aderezar tus ensaladas es el aceite extra y vinagre de manzana. No te dejes llevar por las presentaciones en las estanterías del supermercado.
Yogurt
Ten cuidado en escoger los que menor cantidad de azúcar contengan, el sabor puede ser una trampa cuando se trata de elegir un buen yogurt. Lo mejor es hacer tu propio yogurt con cultivos lácticos vivos.
No te dejes engañar por la mercadotecnia y checa los ingredientes antes de consumirlos, notarás una gran diferencia al consumir los alimentos frescos, sin conservadores y bajos en calorías.