Probablemente conocemos a alguien que siempre “tiene gastritis” o incluso nosotros mismos la podemos padecer de vez en cuando o siempre. Pero, ¿realmente sabemos qué es la gastritis?
La gastritis es un padecimiento que consiste en la inflamación o hinchazón del revestimiento del estómago. La mucosa gástrica está enrojecida, presentándose en diversas formas de imágenes rojizas en flama o hemorragias subepiteliales. Puede ser que solo una parte del estómago esté afectada o toda la esfera gástrica.
Tipos
La gastritis tiene varias clasificaciones: La gastritis aguda, la gastritis crónica, la gastritis erosiva y atrófica.
Gastritis aguda
Es una enfermedad totalmente curable, sobre todo si es tratada por un médico experto en la materia. En el abdomen hay una infinidad de enfermedades las cuales presentan sintomatología similar; un médico especialista detectará con mayor precisión este tipo de padecimiento, por lo que dará y no retardará el tratamiento adecuado, evitando que el paciente empeore.
Gastritis crónica
En un estudio endoscópico e histológico, este tipo de gastritis presenta la mucosa gástrica pálida con segmentos descoloridos; en un examen histológico se observan las glándulas gástricas en menor cantidad con trastornos en su distribución y morfología. Los síntomas clínicos no son específicos o no hay ninguno.
Gastritis erosiva
Las erosiones son superficiales y múltiples, caso contrario a lo que sucede con una úlcera, la cual generalmente es más profunda y penetra a la capa muscular.
Gastritis atrófica
Esta puede considerarse la última fase de una gastritis crónica, la cual ante una imagen endoscópica muestra la desaparición de los pliegues, observándose los vasos sanguíneos de la submucosa y la pared de la mucosa se ha perdido en partes o en su totalidad.
En un examen microscópico por lo general hay escasas o ninguna glándula y pueden haber cambios de metaplasia intestinal.
Los factores desencadenantes son múltiples. Los síntomas clínicos son inespecíficos, el diagnostico se realiza por medio de la endoscopia y la biopsia.
Se cree que la gastritis atrófica es precancerosa, basándose en que en un número considerable de cáncer gástrico se observan signos este tipo de alrededor de dichos tumores.
Para que un carcinoma gástrico tenga inicios debe de trascurrir muchos años, quizás más de veinte; por lo que es importante detectarla y vigilarla sobre todo en pacientes jóvenes.
Corrige tus hábitos dietéticos.
- Aumenta la ingesta de: Papa, avena, arroz integral, aguacate, zanahoria, calabaza, manzana, papaya, por mencionar solo algunos.
- Intenta que tus alimentos sean suaves ricos en fibra y sin condimentos.
- Disminuye la ingesta de: Bebidas alcohólicas, café, refrescos, especies, mariscos, carnes, azucares refinados, comidas fritas, alimentos picantes y frutos cítricos.