Este tema ya lo analizamos en posts anteriores detenidamente. Pero nuevamente, discutiremos qué te evita bajar de peso.
Siempre surgen dudas acerca de la manera en la que te apegas a tu plan de alimentación:
—¿En cuánto tiempo empezaré a notar cambios? —¿Cómo puedo acelerar el proceso? — ¿qué hago para contrarrestar el rebote y mantenerme esbelta?
Estas preguntas son recurrentes en todos los pacientes que pasan por un proceso de pérdida de peso. En síntesis debemos explicar, que cada cuerpo posee capacidades metabólicas distintas, condiciones hormonales particulares y distintos factores que impiden aplicar una regla general a todos ellos.
En muchos de estos casos lo que les impide realmente bajar de peso y encontrar logros positivos en su plan de alimentación es simplemente la mente. El cerebro gobierna todas las funciones del organismo, es una buena opción mentalizarte acerca de tu condición y proponerte conscientemente el comer saludablemente y llevar una rutina de ejercicio básica.
Si no sigues estos pasos olvídate de observar logros
La vida sedentaria es la principal causa de retrocesos y estancamientos para los que siguen regímenes alimenticios, aunque el factor genético influye es innegable que una persona perezosa tardará más tiempo en ver resultados.
Otra sugerencia es el cambio por completo de las costumbres alimenticias que llevabas. El reeducarte en el contenido nutrimental de cada cosa que ingieres podrá significar la mejor herramienta que tengas para lograr tus metas. Atrévete a cocinar y a involucrarte en la preparación de tus propios alimentos, verás que es casi terapéutico tu cuerpo no tardará en agradecértelo transformándose por dentro y por fuera.
Causas
Las respuestas a la pregunta: —¿Por qué no bajo de peso? Puede deberse a varias causas.
- Alimentación alta en contenido graso
- Concentraciones altas de sodio.
- Alimentación con alto contenido calórico.
- Alimentación rica en azúcar.
- Vida sedentaria (Falta de actividad física).
- Consumo de bebidas carbonatadas.
- Consumo de alcohol.
- Falta de ingesta de verduras y frutas.
- Contenidos proteicos bajos dentro de la dieta.
- Desconocimiento e ignorancia de las propiedades de los alimentos.
- Educación.
- Condiciones especiales como: Deficiencia tiroides, diabetes mellitus o tipo 2
- Desordenes hormonales, malabsorción, desordenes emocionales (depresión), problemas en el aparato digestivo.
- Tratamientos medicamentosos.
Realiza un check up regularmente con un nutricionista o consultor CWP, ellos sabrán orientarte para lograr el éxito.