La respuesta a esa pregunta parece sencilla, sin embargo, se vuelve más compleja mientras más se piensa.
Al principio la respuesta quisiéramos que fuera no, al fin y al cabo, para eso están estas opciones dietéticas. Pensamos que son mejores que otras opciones y ¡hey! cualquier cosa es más saludable que una dona.
Los refrescos dietéticos ayudan a encaminarnos en una mejor dirección, al menos en intención. Y sí, no son bebidas con el contenido calórico completo como su contraparte completamente azucarada.
No es un secreto que las sodas regulares tienen una gran asociación a la diabetes. De hecho, las bebidas azucaradas son la causa número 1 de la subida en los niveles de azúcar en las personas. Causan obesidad, resistencia a la insulina e inflamación crónica. Todas las bases necesarias para la diabetes.
Muchos estudios han ligado el tomar refrescos de dieta con la diabetes, infartos, síndrome metabólico, enfermedades del corazón e hipertensión. Sin embargo, estos estudios fueron en su mayoría de carácter observacional.
Esto quiere decir que es difícil diferenciar en los resultados, si personas que ya presentaban un indicio de diabetes simplemente se cambiaron a tomar refrescos de dieta o si estos en verdad contribuían a generarla.
En un inicio, los primeros estudios sobre este tipo de sodas presentaban que las personas que los tomaban bajaban de peso. El problema es que estos estudios fueron muy pequeños, sin seguimiento y patrocinados por la industria de las bebidas.
Otros estudios en comparación, mostraron resultados completamente distintos. En estos, las bebidas azucaradas artificialmente se ligaron a la epidemia de obesidad que nos rodea actualmente.
Podemos debatir diciendo que hay ciertos niveles de malestar o mala salud y que beber estas sodas es mejor que las que sí están hechas con azúcar.
Beber mucho refresco hecho con azúcar o azucarado artificialmente, claramente no es bueno para la salud.
Existe evidencia que vincula el tomar cualquier tipo de refresco con la diabetes, unos más que otros, cierto, pero no debemos hacernos de la vista gorda.
Cuida tu salud ¡Y no te confíes!