¿Has notado que muchos de tus pacientes no saben cómo controlar su hambre? La respuesta a este impulso está en una sustancia llamada insulina.
Esto es algo que me pasaba mucho en el consultorio con mis pacientes, por eso te comparto este descubrimiento.
Como sabrás, el sentimiento subjetivo de hambre está regulado por varias hormonas.
Sin embargo, una de ellas juega un papel indispensable.
El papel de la insulina
Investigadores descubrieron que la presencia de insulina en el cerebro influencia el sentimiento subjetivo de hambre.
Afirma un estudio del Instituto para la Investigación de la Diabetes y Enfermedades Metabólicas de la Universidad de Tübingen, Alemania.
Dentro de las pruebas realizadas, los investigadores administraron insulina por la vía intranasal a adultos jóvenes saludables.
Y lo hicieron a través de un spray para alcanzar el cerebro directamente.
Los voluntarios estuvieron divididos en tres grupos:
• 25 participantes en forma
• 10 participantes con sobrepeso
• 12 participantes con obesidad
Después, su actividad cerebral fue registrada por medio de una resonancia magnética.
Los resultados generales mostraron que la insulina intranasal mejora la conexión entre las regiones prefrontales de la red de modo por defecto, que están relacionadas con los momentos de descanso de las personas.
Esta región es básica para los procesos cognitivos.
Además, la conectividad funcional entre esta red, el hipocampo y el hipotálamo se fortaleció.
De esta manera, la insulina en el cerebro influencia las conductas alimenticias y altera la relación entre la adiposidad y la sensación de hambre.
Sobre todo, en los pacientes que tienen un tejido adiposo mayor, pues ellos son quienes experimentan una mayor sensación de hambre.
Adicionalmente, los investigadores descubrieron que la insulina en el cerebro también mejora los efectos de esta hormona en el cuerpo y aumenta la sensibilidad hacia ella.
Estos descubrimientos sobre el papel de la insulina podrían significar una manera de regular las tendencias de alimentación de tus pacientes y, por lo tanto, facilitar su pérdida de peso.
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