En invierno, cuando bajan las temperaturas y hay más humedad en el ambiente, es habitual utilizar tendederos portátiles para secar ropa dentro de casa. Sin embargo, tal vez deberíamos replantearnos esta práctica.
Investigaciones
Un nuevo estudio, realizado en Reino Unido por la Unidad de Investigación de Arquitectura Ambiental Mackintosh en Glasgow, ha comprobado que las prendas puestas a secar dentro del hogar liberan una gran cantidad de humedad al aire. lo que crea unas condiciones muy propicias para la proliferación de ácaros del polvo. Esto puede suponer un riesgo para la salud. Sobre todo para las personas que padezcan asma, rinitis, o algún tipo de alergia.
Los autores del estudio analizaron la calidad del aire de 100 viviendas. Así como la energía que consumían para secar la ropa. Descubrieron que durante los meses más fríos, la ropa se secaba en el interior del domicilio en el 87% de los casos.
Encontraron además que el 75% de los hogares estudiados presentaban niveles de humedad apropiados para la aparición de ácaros de polvo. También pudieron relacionar el hábito de secar la ropa en el interior de la vivienda con la formación de esporas de moho. De hecho, en el 25% de estas casas había una espora que provoca infecciones pulmonares en las personas que tienen el sistema inmune debilitado.
La solución sería utilizar secadoras automáticas para secar la ropa, pero son caras y, sobre todo, consumen bastante energía. Por ello, los expertos demandan que cuando se construyan casas nuevas se habilite en ellas un espacio, con calefacción y ventilación independientes, para que pueda ser utilizado para secar la ropa sin que esto afecte a la salud de los habitantes.