¿Siempre caes en los antojos? Es más común de lo que crees.
Un nuevo estudio identificó siete tipos de hambre, y las personas que no las reconocen son más propensas a aumentar de peso.
Cuando un antojo golpea, conoce su origen y come tu dosis de manera correcta – de la comida o no.
Hambre visual
El Disparador: Una pizza en la sala de conferencias
Lo que debes de hacer: Pregúntate si comerías ansioso por una manzana. No?
No necesitas comida. Si? Saborea cada bocado para que pueda parar cuando esté satisfecho.
Hambre olfativa
El Disparador: El dulce olor de los rollos de canela.
Lo que debes de hacer: Si realmente tienes hambre, toma una porción pequeña o, mejor aún, un saludable pan tostado de granos enteros con mantequilla y canela.
Hambre emocional
El Disparador: Tristeza, ansiedad, aburrimiento – cualquier sentimiento de incomodidad.
Lo que debes de hacer: Si estás vagando por la cocina buscando algo para comer, es probable que esté ligado a las emociones.
Reconoce lo que te está molestando y resuelva ese problema directamente (por ejemplo, respira profundamente).
Hambre vocal
El Disparador: Un antojo de algo cremoso, crujiente o frío.
Lo que debes de hacer: Ciertas texturas y temperaturas pueden ser psicológicamente satisfactorias, incluso si no tiene hambre física.
Conoce qué texturas te apetecen y mantén cerca opciones de porciones pequeñas y de calorías bajas.
¿Quieres una textura helada? Ve por yogurt griego.
¿Quieres algo frío y crujiente? Ten palitos de zanahoria.
¿Tienes antojo de frío intenso y crujiente? Prueba con uvas congeladas.
Hambre Mental
El Disparador: El reloj – 6 p.m. es la hora de la cena!
Lo que debes de hacer: Nada – y lo más importante – no termines de almorzar sólo porque es el mediodía.
Si realmente tienes hambre cuando el reloj marca las 12, toma tu comida y come hasta que estés lleno.
Hambre genética
El Disparador: Fatiga. ¿Ya es la hora de la siesta?
Lo que debes de hacer: Sentirse derrotado causa anhelos de chatarra, pero los alimentos pesados son difíciles de digerir y pueden dejarlo más cansado.
Una siesta de 15 minutos es un estímulo más inteligente.
Si no tienes tiempo para eso, toma un bocadillo alto en proteínas (piense: un puñado de almendras) que aumentará tu energía.
Hambre estomacal
El Disparador: Un gorgoteo de vientre más ruidoso que tocar accidentalmente el sonido de un video Insta.
Lo que debes de hacer: ¡Come! Clasifique tu hambre en una escala del 1 al 10-0 al 3 es el territorio de los bocadillos, del 4 al 6 requiere una comida pequeña, y del 7 al 10 significa que debes llenar tu plato. Boom.
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