Mariana -
Hace 2 años subí mucho de peso porque al empezar mis prácticas profesionales combinadas con mis estudios dejé de hacer ejercicio, ya que se me complicaba por el poco tiempo que tenía.
No comía bien mis tres comidas, sobre todo el desayuno. Y empecé a engordar poco a poco.
Y el segundo año de mis prácticas profesionales fue igual. No comía bien durante el desayuno, que era la comida más importante que se supone debería de hacer, no comía las calorías exactas por día, desbalanceaba mis comidas con más carbohidratos y mi apetito fue en aumento.
Cuando me di cuenta que esta gordura se me estaba empezando a convertir en un problema, intenté adelgazar sin dieta, solamente cuidándome y yendo al gimnasio a hacer ejercicio, y aunque sí logré bajar algo de peso, no pude llegar a mi peso ideal porque no llevaba una dieta y un ejercicio balanceado.
Yo sabía que necesitaba hacer algo por mí misma porque, aún siendo joven, no me sentía bien con mi apariencia y ya comenzaba a tener problemas de salud.
Me sentía hinchada todo el tiempo y con más cansancio. La mayoría de mi ropa me quedaba apretada o ya no me quedaba.
Un día, un grupo de nutriólogos fue a la empresa en donde laboro y me hicieron varias pruebas de peso corporal, masa corporal, músculo, etc., y encontraron que tenía sobrepeso. Fue en ese momento exacto en que decidí cambiar.
Aunque ya desde hacía tiempo quería hacerlo, puesto que siempre al final del día mis pies estaban más hinchados de lo normal, con dolor, sentía que mi cuerpo todo el tiempo estaba inflamado y me sentía más cansada de lo normal.
Mi experiencia con Cambridge ha sido excelente, me ha enseñado a saberme cuidar y a alimentarme sanamente, y al mismo tiempo hizo más impacto en mi persona con referencia a comidas que no me hacen bien.
Y ahora, como mi cuerpo se acostumbró a comer sanamente, la comida con mucha grasa o muy calórica ya no me sienta bien.
Yo encontré en Cambridge la solución a mis problemas de sobrepeso y mala alimentación. Los alimentos Cambridge me solucionaron mi problema de no tener tiempo para comer sanamente porque estos productos son rápidos de preparar, los tienes a la mano y me dan todos los nutrientes que mi cuerpo necesita.
Y hay variedad de productos Cambridge que van desde arroz con leche y sopas, hasta malteadas de diferentes sabores, entre otros. Pero en lo personal, lo que más me gusta tomar en los desayunos y comidas son las malteadas de chocolate, puesto que el chocolate para mí es una delicia.
Creo que la idea de Cambridge es buena porque sus alimentos, además de ser nutritivos, te facilitan la vida porque te los puedes llevar al trabajo o a la universidad. Son sobres que puedes llevar contigo fácilmente.
En verdad, los sobres de Cambridge hicieron mi vida nutricional más fácil, sana y dinámica. Son snacks ricos que te ayudan a terminar una dieta con éxito.
La dieta Cambridge se hace en etapas y el Dr. Erick Elizondo me apoyó para avanzar en cada una de esas etapas, las cuales me permitían bajar 1 kilo por semana aproximadamente, 2 kilos por quincena. A veces variaba mi pérdida de peso, había quincenas en que bajaba más de 2 kilos.
He bajado 13 kilos en aproximadamente 4 meses, lo cual ha sido excelente. Logré también bajar medidas de cintura y cadera y aumenté mi masa muscular.
Ya no me siento hinchada, me siento con más energía, más segura de mí misma, la ropa me queda mejor, no me aprieta, pero sobre todo me siento bien de salud.
Antes de mi graduación vi el vestido perfecto para la ocasión, era talla 6 y lo compré, aunque me quedaba apretado. Luego bajé los 13 kilos y tuve que ir a un lugar a que me lo recogieran de largo y de la cintura porque me quedaba aguado.
Y así fue con mucha de mi ropa. La mitad de mi ropa que me quedaba cuando tenía sobrepeso tuve que sacarla porque después de hacer la dieta Cambridge y bajar de peso ya me quedaba muy holgada.
Puedo decir que mi vida ha cambiado en muchos aspectos por alimentarme mejor. Se siente gratificante este gran logro y no lo cambiaría. A mis 22 años me siento más contenta y seguiré alimentándome con los alimentos Cambridge.
¡Gracias Cambridge y Dr. Erick Elizondo!