Carlos -
Me encantaban las hamburguesas, el hot dog, las papitas fritas, la comida de paquetito… en fin, toda la comida chatarra era mi favorita.
Esta dieta, sumada a mi vida sedentaria y sin tiempo de elegir detenidamente lo que comía, me fue subiendo poco a poco de peso hasta que me convertí en una persona obesa.
Salía mucho de la ciudad y eso empeoraba mis hábitos alimenticios porque no me daba tiempo de planear lo que iba a comer y terminaba comiendo cualquier cosa.
La ropa me quedaba chica, la gente se me quedaba viendo, yo a veces sentía que incomodaba a los demás y, la verdad, no me sentía bien con mi cuerpo.
Pero lo peor de todo era que ya comenzaba a sentirme viejo y muy cansado.
A mis 49 años tenía 104 kilos encima, sufría de un fuerte dolor de espalda, siempre tenía sueño, roncaba muy fuerte, sufría de presión alta y tenía mucho miedo de sufrir un infarto.
Veía a mis amigos y a mis compañeros de trabajo con edades similares a la mía viendo con tanta ilusión su futuro y yo, en cambio, me sentía agotado, desmotivado, enfermo e incapaz físicamente de hacer muchas cosas.
Y eso me hizo ver que realmente no estaba viejo, que aún tenía muchas cosas maravillosas por ver y por vivir y decidí buscar ayuda.
Me hablaron de la dieta Cambridge, me dijeron que esta dieta realmente cambiaba vidas, que le ayudaba a las personas a bajar de peso rápido y a cambiar sus hábitos alimenticios.
Me animé. Me decidí y comencé con esta dieta.
Y los resultados fueron más maravillosos de lo que yo esperaba. ¡En tan sólo mes y medio bajé 14 kilos!
Y voy a bajar más. Seguiré con la dieta Cambridge hasta que logre alcanzar el peso que debo tener y luego, estoy seguro, me mantendré saludable porque he aprendido que cada cosa que coma tendrá consecuencias en mi cuerpo, así que ya no como cualquier cosa.
Me siento con más ganas de seguir perdiendo peso porque tengo más energía, mi actitud es otra y mi cuerpo es otro.
Se ha reducido muchísimo mi dolor de espalda, ya puedo ponerme los zapatos con facilidad, no me agito al caminar, no me veo ni me siento cansado y me siento muy bien, con ganas de hacer muchas cosas.
Y todos han notado el cambio, me felicitan y hasta me preguntan cómo lo logré. Reconozco que el principio alguien me dijo que no perdiera mi tiempo con esta dieta porque ninguna dieta funcionaba y que terminaría subiendo todavía más de peso.
Pero descubrí justamente lo contrario. Que esta dieta sí funciona, que realmente me baja de peso rápido y de forma segura y que lo que gano es mucha salud, salud que antes no tenía.
Y todo esto se le debo a Cambridge, a mi nutrióloga Nereyda, que siempre me dio el valor para lograrlo y me ayudó todo el tiempo, y a mi fuerza de voluntad que me permitió intentarlo para poderme convencer que bajar de peso realmente sí es posible. Yo lo esto viviendo.
Ahora, con más salud, más vida y más ganas ¡voy por los siguientes 14 kilos y más!