Comer emocionalmente es comer en respuesta a sus emociones o por aburrimiento.
Tus pacientes pueden ser víctima de la alimentación emocional y tal vez por eso abandonan su dieta.
Las víctimas de la alimentación emocional comen para sentire felices y no por una cuestión física.
Los niños, adolescentes y adultos pueden ser comedores emocionales.
¿En qué se diferencia la alimentación emocional de la alimentación por al hambre física?
El hambre asociada con la alimentación emocional llega rápidamente y se siente urgente.
A menudo se desencadena por un evento o estado de ánimo específico.
Es diferente del hambre física. La verdadera hambre se acumula gradualmente y es el resultado de un estómago vacío.
El hambre física puede satisfacerse con una serie de alimentos diferentes.
Los antojos asociados con la alimentación emocional generalmente involucran un alimento o tipo de comidas específicas.
Las personas que comen emocionalmente pueden tener antojo de chocolate después de un día duro o buscar helado después de una pelea con un amigo.
Por eso tal vez, tus pacientes caen en antojos y por eso abandonan su metodología para bajar de peso.
¿Cuáles son las posibles causas de la alimentación emocional?
Algunas situaciones y emociones comunes asociadas con la alimentación emocional incluyen:
- Enojo.
- Hastío.
- Alteración.
- Desconcierto.
- Melancolía.
- Molestia.
- Soledad.
- Desesperación.
- Resentimiento.
- Estrés.
Incluso las emociones positivas, como la felicidad, a veces pueden terminar en una alimentación emocional.
El camino hacia la mejora de la salud de tus px
Es importante desarrollar respuestas saludables a los problemas de tus pacientes.
Recomiéndale que hable con un amigo, familiar o incluso contigo de cómo se siente para terminar su alimentación emocional.
Puedes recomendarle que dé un paseo cuando se sienta estresado. O llamar a un amigo cuando esté aburrido.
Asegúrate de moldear hábtios alimenticios saludables en tus pacientes.
Recomienda que eviten usar la comida para celebrar ocasiones especiales o logros importantes.
Controlar la alimentación emocional es importante para que tus pacientes logren llegar a su meta de bajar de peso.
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