Los padres deben tener cuidado. Sus hijos pueden llegar a tener sobrepeso o sufrir de obesidad. Luego sufrir problemas de salud, psicológicos y sociales. Tenemos que hacer algo para combatir la obesidad en México.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, en 2025 asegura que habrá 70 millones de niños en el mundo menores de cinco años considerados obesos si no se hace nada para frenar la tendencia. “Si logramos atajar la obesidad infantil, en el futuro no solo tendremos menos adultos obesos o gordos sino muchos menos problemas de enfermedades cardíacas, diabetes y otras”. Afirma la copresidenta de la comisión de la OMS, Sania Nishtar.
Los países en desarrollo son los que más padecen el problema por una tendencia a abandonar dietas tradicionales y equilibradas por la ingestión de comida altamente energética.
Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, Endesa, en el 2010 se registra un 5% de niños menores de cinco años con obesidad. Pero ahora es del 7%.
Los menores con sobrepeso u obesos tienen sobre ellos una grave amenaza que crece conforme aumentan de peso y se vuelven más sedentarios.
La causa fundamental de la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. Si no se cambian hábitos alimenticios y se retoma la actividad física, la obesidad puede ser mortal incluso para los niños.
“Gordito no es lo mismo a estar sano. Existe evidencia de que un niño obeso no es sinónimo de sano, pues el sobrepeso en edad temprana no es más que el inicio de una serie de complicaciones importantes para su salud, que se irán incrementando hasta llegar a la edad adulta”. Explica Enrique Medina, pediatra endocrinólogo nicaragüense.
Si no se controla el peso del niño, al crecer será un adulto joven con enfermedades como diabetes e hipertensión arterial.
La forma ideal de alcanzar este balance es con una dieta que involucre todos los grupos de alimentos e incluya la actividad física.
Proceso
La nutricionista hondureña Danori Carbajal comenta que los buenos hábitos alimenticios se inician desde los seis meses de nacido. Tiempo en que se comienza a dar comida al bebé.
La OMS recomienda que la lactancia materna debe ser exclusiva hasta los seis meses.
“Si le da biberón no debe incluir azúcares o cereales. Ya que estará aportando más calorías”, explica.
La madre no debe confundir el llanto con hambre, “cuando el bebé llora no es que desea comida, debe revisarlo para saber a qué se debe su llanto”, expresa.
Una dieta equilibrada requiere variedad de alimentos, un plato colorido lleno de sabores y colores, comenta la especialista.
Debe incluir todos los grupos básicos de los alimentos en todos los tiempos de comida principales. Además de prepararles meriendas saludables para la casa y la escuela.
Actividad
El médico Wilmer Gutiérrez, del Centro de Nutrición y Control Metabólico San Ignacio de Loyola, indica que además de seguir una dieta saludable se debe realizar ejercicio diario para que pueda quemar las calorías que adquiere en las comidas.
Además evitar el sedentarismo entre los niños y jóvenes. Porque eso puede ayudar a que aumenten de peso. Los niños mayores de 12 deben pasar al menos 30 minutos al día participando en actividades físicas como caminar, practicar algún deporte, correr, brincar, andar en bicicleta, entre otros.
Las seis claves
1. Frutas y verduras: Son la mejor fuente de vitaminas, minerales y fibra.
Fortalecen el sistema inmunológico de los niños. Se debe consumir durante la semana frutas y verduras de todos los colores disponibles.
Cada color ofrece una variedad distinta de vitaminas y minerales.
2. Cereales y tubérculos: Estos alimentos constituyen la principal fuente de energía necesaria para la realización de todas las actividades diarias.
Se deben evitar preparaciones con alto contenido de grasa.
3. Carnes: Se incluyen las diferentes variedades como son res, pollo, cerdo y pescado.
Su función es proveer de proteína, hierro, vitamina B12 y zinc. Estos nutrientes favorecen el mantenimiento muscular, previenen la anemia, estimulan el crecimiento y la maduración sexual.
4. El huevo: Es un alimento muy completo posee proteínas, vitaminas, minerales y grasa. Se debe consumir el huevo completo. La clara contiene la mayor proporción de proteínas y la yema de vitaminas y grasa.
Posee vitamina A que contribuye a prevenir males visuales y a favorecer el adecuado funcionamiento del organismo.
5. Las leguminosas: En este grupo se encuentran frijoles, lentejas, garbanzos y soya. Son alimentos fuente de proteína, carbohidratos, minerales y fibra.
Puede incluirse en la dieta diaria del niño para que pueda obtener los minerales y fibra que necesita para su buen crecimiento.
6. La leche y derivados: Su principal función en el organismo es favorecer el crecimiento y desarrollo de huesos y dientes debido a su contenido de proteínas y calcio.
Ayuda con la formación muscular y la regeneración de tejidos en el niño.