Sabemos que después de una vigorosa rutina de ejercicio terminas hambriento y ansioso por llenarte de nutrientes que restauren tus músculos y energía, sin acumular calorías que se transformen en kilos de más.
El desayuno es el detonante de un metabolismo sano.
Recuerda que romper el ayuno con algún alimento ligero activa el cerebro y las funciones de todo el sistema. Una fruta o una barra de amaranto puede ayudarte a arrancar a todo vapor. Recuerda también que después de esto estarás listo para una rutina de ejercicio.
¿Cuántos carbohidratos y proteína debo de comer después de una rutina?
Generalmente se piensa que recurrir a proteínas incluidas en batidos o bocadillos de atún y amaranto son las mejores opciones para generar masa muscular de calidad. Infinidad de estudios cínicos lo sostienen.
El cuerpo también necesita una fuente de insulina para transformar los carbohidratos en músculos firmes, esto se consigue con la ingesta de calorías. Aunque parezca riesgoso si sigues alguna dieta, toma en cuenta que una medida mínima de carbohidratos de 300 a 500 gr aportará un mínimo calórico ayudándote a procesar las protes sin aumentar de peso, a incrementar tu nivel de energía tanto cerebral como general.
Sigue los menús que diseñan tus consultores Cambridge. En ellos se recomiendan horarios para cada ingesta, incluyendo también las colaciones y muchos tips para transportarlos. (Ingestas distribuidas en horarios según la fase del plan)
Los horarios de comidas los puedes organizar tú dependiendo tus actividades diarias y el requerimiento de nutrientes que necesitas día a día.
Es así como desvelemos el antiguo mito de que comer en horarios rígidos puede repercutir directamente en tu proceso de pérdida de peso. Tomemos como una tabla lógica que los gramajes podrán variar de acuerdo a tu estilo de vida.
Es cierto que irse a la cama inmediatamente después de comer conlleva un grave error.
Es fundamental puntualizar este tema, ya que en este horario del día el cuerpo se dispone a una fase restauradora, que significan 8 horas nocturnas.
No le des más trabajo al cuerpo, lo más recomendable es comer de 1 a dos horas antes de dormir una vez hecha la digestión. Así conciliarás más fácilmente el sueño, recuerda que dormir es una fase importantísima si quieres bajar de peso, debido a la segregación de leptina.