¿Sabías que los expertos en salud ahora están considerando el azúcar como el tabaco del nuestro siglo? Está relacionado con tantas enfermedades, sin mencionar que causa estragos en tu cintura. Si parece que no puedes dejar el azúcar, es posible que necesites un plan de 4 pasos para frenar esos antojos para siempre.
Aprenda dónde se esconde el azúcar
La primera parte del plan es identificar todos los nombres del azúcar, como dextrosa anhidra, azúcar morena, cristales de caña, azúcar de caña, edulcorante de maíz, jarabe de maíz, sólidos de jarabe de maíz, dextrosa cristal, jugo de caña evaporado, edulcorante de fructosa, concentrados de jugo de fruta, jarabe de maíz alto en fructosa, miel, fructosa líquida, jarabe de malta, jarabe de arce, melaza, jarabe para panques, azúcar sin refinar, azúcar, jarabe y azúcar blanco.
Que no le pongas cucharaditas de azúcar al café o té, no significa que no estés consumiendo azúcar de otras maneras.
Controla tus antojos
Una vez que sepas dónde se esconde el azúcar, el siguiente paso es cortarla. Pero eso no significa que tu vida ya no va a tener sabor. Hay muchas maneras de mantenerla dulce sin someterte a todo lo malo.
Cuando sientas ansias por consumir azúcar, busca alternativas. Si amas el refresco, intenta reemplazarlo con una bebida gaseosa con sabor natural. Si te encanta el chocolate ¡prueba el cacao! La mayoría del chocolate que compramos está súper procesado y rara vez es chocolate real.
Puede que te guste la dulzura en tu smoothie. Intenta mejor los endulzantes de la naturaleza, como las bayas y los plátanos en lugar de los edulcorantes artificiales.
Come más comida real
Tienes que descubrir un secreto para muchos impensable… list@?
La comida real es increíble. Para como comemos hoy en día, algo tan simple como eso parece secreto de estado. Puede ser naturalmente dulce y no te genera picos de azúcar en la sangre, sino que realmente te ayuda a mantenerte todo el día.
A medida que te acostumbres a los alimentos integrales, comienza a hacer más y más mezclas. Evita los aderezos, salsas y los condimentos procesados, utiliza la cremosidad del aguacate y el hummus, la ralladura de los cítricos frescos y la dulzura de los alimentos crudos como las fresas en tu ensalada o los tomates en tu sándwich.
Come de manera inteligente. Cómete una manzana como refrigerio y junta fuentes de energía de digestión más lenta como proteínas, para que te sientas más lleno.
Reemplaza los gustos o premios que sean comida por otros placeres
Cuando se te antoje el azúcar, date cuenta de que no se trata de hambre para nutrirte, estos antojos no son lo mismo que el hambre. De hecho, en realidad es tu cerebro queriendo dopamina. El azúcar tiene un efecto peculiar en tu sistema de recompensa.
En cambio, mejor escoge placeres de otro tipo, otros más satisfactorios para hacerte sentir bien.
Tómate una taza de té o bebe un poco de agua con infusión de frutas.
Si sientes que por todo lo que haces te merece un algo, piensa antes de comer
¿Tienes hambre o no? Antes de comerte una galleta haz otra cosa. Invita a alguien a ver una película, tomate un momento para relajarte, haz esa cosa que siempre quieres hacer pero que no tienes tiempo, date cualquier otro capricho mejor.