Tengo una paciente que empezó a ejercitarse hace dos meses.
Cuando me contó que tenía problemas menstruales.
Para ser exacta, tenía oligomenorrea.
Que es la frecuente alteración del ciclo menstrual.
Y le prometí que le mandaría métodos y remedios para combatirla.
Encontré muchos. Jengibre. Canela. Semillas. Papaya. Hinojo. Jugos. Hormonas.
Ninguno me convenció.
Unos días después, recordé que una familiar había superado la oligomenorrea.
La llamé enseguida y le pregunté qué había hecho para lograrlo.
“¡Hice yoga!”, me respondió.
¡Al principio no lo creía!, pero le di las gracias y me dediqué a investigar más sobre los efectos del yoga para los desórdenes menstruales.
Revisé las características del yoga y las evidencias para pacientes con estos problemas.
¡Era justo lo que buscaba!
Entonces hice un resumen para explicarle a mi paciente por qué el yoga le ayudaría.
Como reducción de dolor, mejora del estado de ánimo, incremento del bienestar y mayor relajación.
Al principio, tuvo algunas dificultades para ajustar sus tiempos.
Pero lo logró después de un par de semanas.
Ayer me llamó para decirme que lleva dos meses con un periodo regular y que se siente mucho mejor.
Haz yoga si tienes cualquier desorden menstrual.
Aunque también te lo recomiendo porque vi una transformación positiva en mi paciente y en mi familiar.
Después de todo también es un estilo de vida que te ayuda mental y espiritualmente, aparte de aliviar los desórdenes menstruales.
¡Saludos!
